DESVÁN
El desván de mis sueños anda revuelto.
Acumula evidencias en tropel.
El espacio se achica en desorden.
El polvo amortigua los sonidos de mis días.
Abriré la ventana para alcanzar
al sol del mediodía un rayo de luz.
Colgaré los recuerdos que yacen
esparcidos por el suelo
en las perchas desnudas,
carentes de pudor.
Tendré que poner orden
en la caja marrón de tanta carta rota
que nunca escribiré.
Ordenaré con mimo el cajón
de anteojos y gafas por donde
evité mirar mi ayer.
Recogeré las cintas y las blondas
que enlazaron: promesas, bendiciones,
deseos, felicidad sin fin.
¿Qué haré con tanta silla coja?
Cuadros, fotos, mapas,
papeles ajados por el tiempo.
Lámparas sin luz. Relojes de los que las horas
huyeron como olas en maremoto fiero.
Quiero poner cordura a tan revuelta estancia,
perfumar los rincones de fondo impenetrable
con rayitos de humor.
Concertar la marabunta gris
de tantos sueños rotos.
Situar en armonía ese paisaje azul
que me abruma y esa azul silla sin luz.
DANZA
Cambiaste mi luto en danza.
en vuelo he puesto todos
mis sentidos;
durmiendo estaban con fantasmas
en un letargo ambiguo.
Un lejano sonido de orquesta
inexistente,
tus brazos y el ritmo
consiguen que mis pies elijan
espacios renovados y
alfombrados caminos.
Magia de atardecer de otoño.
Danza de la vida.
La vida en danza.
SOMBRAS
Necesito todas las piezas
para resolver el puzzle de mi vida.
Pero hoy no puedo,
pues se me ha roto el tiempo.
Estoy enganchada al resentimiento,
la culpa y la negrura.
El qué dirán, qué pensarán,
me obliga a estar
a merced de lo que pasa.
Siento que mi amargura depende
de los otros y las cosas.
Sufrir y vivir es lo mismo
para mí; estoy asustada.
Un mar de dudas en lucha permanente
es mi lecho en la noche.
Navego en el eterno río sin orilla;
inerte estoy, tengo miedo a morir.
Olvidé con pesar que el gozo
fluye de infinitas maneras.
Olvidé vivir en el espacio
abierto de mi corazón.
Acepto observar las sombras
que arrebataron mi dignidad.
Añoro semillas nuevas de colores,
frutos de igualdad sin tortura.
Canción de reencuentro
en un amanecer sin género.
SOÑANDO
Quiero escribir pero me salen alas
que transportan mi alma al infinito.
Cabalgando osada sobre las estrellas,
rauda, erguida, leve cual susurro.
Mis pasiones renacen con firmeza.
Mi corazón en fuego enardecido
juega ingenioso etérea quimera;
evocando el pasado ya perdido.
Desciendo desde el cosmos replegadas
las alas. Saboreo este triste delirio
de sentirme fundida entre tus brazos;
embriagada de amor, coronada de rosas.
Ágil mano mi pluma va escribiendo;
retorna la cordura; acaricio tu ausencia.
MUJERES DEL SIGLO XXI
Hemos bailado
la danza del olvido.
Entonamos sumisas
los signos del amor.
Anhelamos gozosas
la rosa de los vientos.
Cantos nuevos
preñados de utopías.
Rutilante la danza
de mágico fulgor.
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