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Presentación del libro Ese inmensoamor... que duele tanto de Carmen Martínez del grupo Poetalia de Bilbao


Bóveda del Albergue 26 de septiembre de 2013

Buenas tardes, en primer lugar quiero agradecer al Albergue la cesión de la Bóveda para presentar este libro y al mismo tiempo expresar a Carmen la ilusión por la deferencia de haber elegido Zaragoza, y en particular que pensara en mi para llevarla a cabo y en nuestra Asociación para organizarla.

Conocí a Carmen en Bilbao en febrero de 2012, presentaba allí mi último libro, y tuvo la generosidad de acogerme en su casa, sin conocerme, sólo por el hecho de ser poeta, al tiempo que participó como rapsoda, junto a otros compañeros en la misma.

Desde entonces estamos en contacto y tenemos una amistad entrañable. Cuando me pidió dirigir este acto, acepté encantado desde el principio, tanto por su magnífico libro, como por la oportunidad de volver a vernos, ya os podéis imaginar, que mi estancia en Bilbao fue inolvidable.

Carmen, además de buena poeta es una gran rapsoda, con el grupo Poetalia organiza recitales para homenajear a sus autores preferidos, Ángela Figuera, Mario Benedetti, Blas de Otero y Gabriel Celaya, entre otros, o leyendo poemas propios. El libro que hoy nos ocupa, Ese inmensoamor... que duele tanto, es el úndecimo de su producción, en él trata de recoger y profundizar en todas las facetas del amor, así encontraremos en primer lugar, poemas que hablan del despecho, la decepción, la amargura y el dolor en el amor, poemas de desamor y dolor por la pérdida del ser amado.

(Conocí a la mujer / que compartía tu mano. / ¡Tan hermosa, / tan feliz, / … tan ignorante).

(Pagué el tributo de una compañía arrancada / al precio de una  impuesta soledad).
(Ahora, / con el termómetro de la distancia, / dudo si estuviste alguna vez).

En segundo lugar escucharemos poemas dedicados al amor carnal, al tedio y la rutina que puede producirse (y se produce) en las relaciones de pareja y también poemas en los que se habla del maltrato a la mujer o del amor barnizado de ironía.

(Déjame consumirme convertida / en lava roja / regándote y tiñendo de esperanza / tu desolación y desespero).

(Tú, / sin estar, / sigues ocupando / demasiadas perchas en mi armario).

En una tercera intervención podremos escuchar los poemas dedicados a ELLA, la mujer.
Es una y muchas a la vez.
Hoy valiente y fuerte.
Mañana vencida y cobarde.

A veces frívola.
A veces reflexiva.

(¡Sal de la cama! / grita tu lado cuerdo; / mientras la otra mujer susurra / ¡envuélvete en el anonimato / de las sábanas!)

(Hoy toca / amarrar lo que no entiendo, / tolerar lo que no tolero, / comprender lo que no comprendo).

También romántica y tierna. Sobre todo cuando escribe sobre su nieta Natalia.
Como abuela primeriza que ya vivió la experiencia del embarazo, Carmen casi la siente gestar en su propio vientre.

(Mientras escribo / duermes en el útero, / silencioso y cálido, / del cuerpo de tu madre).

En la parte final del libro que hoy les presentamos, Carmen propone unos breves poemas, a modo de reflexión, bajo el título genérico de BREVERIAS.

(Eres brea pegada a mis zapatos, / empeñado en no dejarme avanzar).

(Hacerse cómplice de la soledad / exige ser consciente de su presencia).

(El día en el que numeremos los besos, / morirá la ternura).

Decía Octavio Paz: Le pido a la poesía que me haga coincidir siempre conmigo mismo.

La poesía de Carmen, es así, a cada paso nos descubre una faceta de ella. Es una poesía sencilla, con palabras serenas, evocadoras, que nos sumergen en el amplio mundo del amor, en todas sus vertientes y contradicciones.

Un libro cuya lectura recomiendo no sólo a los amantes de la poesía, sino a toda persona que parafraseando a Baudelaire, tenga más recuerdos que si hubiera vivido mil años.

Este poemario de Carmen Martínez, acompañado con acierto de un CD con poemas recitados por ella misma y Kepa Gallego y otros musicados por Eduardo Zallio y Beatriz Gómez-Fernandini en la voz de Isacc García, seguro no dejará indiferente a nadie.
  

Ricardo Fernández Moyano

***

Fue uno de esos placeres permitidos escucharte en el Albergue, he leído todo tu libro en papel y lo he disfrutado más que en digital. Me gustan mucho los versos como: “conocí a la mujer que compartía tu mano / me atrae ferozmente lo prohibido / puedo soportar toda esa ausencia / te abrí mis alas y acurruqué tus huesos / sé tu propia frontera / navego entre palabras escritas". Titulas bien, sigues la moda de escribir poemas cortos, en algunos utilizas la misma estructura de sintagmas repetidos para remarcar situaciones, acciones, comparaciones, utilizas mucho la personificación para los sentimientos y no usas la rima ni la medida versal.

Te encantan palabras como: mariposa, huérfanas o los verbos en infinitivo, que tal vez evocan el imperativo en desuso o que animan a actuar. El tema principal del libro es una historia de amor y desamor, un hombre cuyo dibujo vemos en la portada, con la intención de hacerle una radiografía, al que se le quiere dibujar un gran corazón imposible, un hombre sin rostro, aunque con el cabello blanco como se describe en algún poema, pero con su mano abierta, un hombre al que se le rechaza. Se suman el tema del dolor y la soledad.

  Los pronombres encadenados son el yo de la autora y el tú del amor tópico, utópico, distópico o distorsionado de forma literaria. Se salpica la escritura con poemas de corte biográfico, como el luto de la viudedad, el embarazo de la hija y el nacimiento de la nieta. También se hace referencia al tema de la escritura como espacio en el que la poeta declama su vida para expresarse ante los lectores, ella nos indica en el título la unión que sintetiza en su dolencia de amor. Para terminar esta breve reseña, me gustaría que tú la completases con la emoción que sentiste al oír tus poemas en la voz de otras mujeres, viendo cómo ellas se identificaban al seleccionar los poemas que eligieron, cómo se esforzó, especialmente la primera señora que leyó, Pilar Hernandis (que se encontraba enferma con un cólico de riñón). Fue toda una sorpresa la fotografía del interior, de la que no añades autor o título y es muy ´simbólicosignificativa´. 

Y responde nuestra poeta Carmen Martínez: Mi querida Carmen: ¡qué alegría grande, dulce, sonora en su silencio de voz! Todos necesitamos esas "palmaditas en la espalda" (y también esa persona que, detrás del general romano que entra, victorioso, en la Vía Apia, le va recordando que tan sólo es un hombre) para seguir adelante en un caso y para no "morir de éxito" en el otro. Todo lo que me sucedió, viví, experimenté, compartí... en la tarde/noche de ese cercano 26 (ayer, como quien dice), fue un verdadero regalo. TODO!!! Desde el lugar en el que "tuvo lugar" (redundancia intencionada) hasta la compañía de personas a las que, sin conocer, me sentí profundamente unida. Escuchar mis poemas en vuestras voces, escucharlos y ser consciente de que en ellos poníais vuestro corazón, dándoles alas, calor, latido... fue algo mágico. La calidez y ternura de la música de estas dos magníficas personas y artistas (Alime-Luigi), dió al acto un plus maravilloso.

  Muchísimas gracias, querida Asociación, porque dedicar algo tan valioso como es el TIEMPO es algo que prendo en mi corazón como una "curva" muy especial.

Carmen Guíu y Carmen Martínez


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