OTOÑO DE POESIA
Después de tanto esperarte,
de buscarte y no verte,
has vuelto a mis dormidos dedos.
Vuelvo a acariciar la pura piel
de una hoja de papel;
hasta este instante, no he vuelto a estar vivo,
me faltaba el aire
en tantas horas de soledad,
en tantos momentos fríos.
Hermosa espera
de silencios perdidos
buscando, sediento, el agua de mis sentimientos
la vida en tu vida,
mi vida en otra solitaria y pura hoja de papel.
DESPEDIDA
Todo está escrito y dicho,
perdidos sus sueños y hasta su vida
hacen corro cerca de la fuente yerma del día.
Hojean la rosa del tiempo,
desnudos ante los recuerdos,
vestidos de cansancio,
teñidos en el color del pasado
cada día dejan pasar
un lamento, no llanto
por un encuentro nunca deseado
aunque sí pensado.
Hay suspiros que cortan el aire,
hay miradas vacías,
que duelen en las entrañas,
que hacen temblar las manos,
que se hunden en la noche del tiempo.
Se bebe despacio el último sorbo de la vida,
seca la fuente del deseo,
se mira y, perdida la dicha,
se implora una oración vacía.
¡Oh, Dios! ¿Porqué vacilas...?
TE AMO
Fue en la brevedad de la nada
cuando nuestros labios se separaron
guardando el sabor dulce de tu sonrisa,
fue en la fragilidad inmaculada del tiempo
Cuando nuestros alientos quemaban.
Deseos nacidos entre sueños,
fue en el instante muerto
por la daga cálida de tu mirada
cuando sentí cuánto te quiero.
SOÑANDO
Quiero escribir pero me salen alas
que transportan mi alma al infinito.
Cabalgando osada sobre las estrellas,
rauda, erguida, leve cual susurro.
Mis pasiones renacen con firmeza.
Mi corazón en fuego enardecido
juega ingenioso etérea quimera;
evocando el pasado ya perdido.
Desciendo desde el cosmos replegadas
las alas. Saboreo este triste delirio
de sentirme fundida entre tus brazos;
embriagada de amor, coronada de rosas.
Ágil mano mi pluma va escribiendo;
retorna la cordura; acaricio tu ausencia.
BEBERÉ
Beberé de tus besos
porque el agua que brota
de las entrañas de la tierra rota
entre las oscuras rocas
no sacia mi sed eterna.
Beberé de tus besos
en la noche oculta,
en la mañana desnuda,
en la sobriedad de la nada.
Buscaré vasijas sagradas
para guardar tus besos
y que no se pierdan
en las profundidades frías
de los pozos sombríos
de los olvidos marchitos y ajados
de la soledad mía.
FUEGO
De dónde brota ese manantial de fuego
que abrasa mi existencia,
que carcome mi conciencia,
que profana en mis sueños
a cada instante mis sentimientos,
que me libera de deseos
y me entierra vivo en ti.
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