LISTA DE LA COMPRA
Ricardo, aquí te dejo la lista de la compra para toda la semana
1 Docena de besos, creo que serán pocos
Cuarto y mitad de ternura
5 Litros de cariño
21 Abrazos
7 Caricias sin reparos
49 kilos de comprensión
Perdones de primera calidad, (compra bastantes)
3 Kilos de delicadeza
Si piensas que necesitamos más cantidad de lo que sea, coge la que tú creas conveniente, yo con esto me conformo
Mira a ver si hace falta algo más
Generosidad, todavía tenemos pero compra que nunca está de más
Te quiero, un beso
Ah, mentiras no compres que sientan fatal.
Hoy llegaré pronto, te amo.
UNA NOCHE DE TANGO
Estoy hecha en una noche de tango,
bailada por un cojo de nuestra guerra civil,
bailada con una Gracia de ahora pelo blanco
bailada hasta el amanecer.
Estoy hecha en una noche de lluvia,
caída sobre el cansado y restaurado tejado,
lluvia entregada a esos campos de trigo y piedra blanca,
caída en ese fértil y atrevido mayo.
Estoy hecha en una noche de tango,
escuchado en esa colgada radio,
junto a una botella y dos vasos de vino,
vino claro, vino rosa, vino añejo, vino…bien bebido.
Estoy hecha en una noche de tango,
de pasión y descuido, en sábanas blancas,
colchón de lana, cama de hierro, jergón de acero,
con amor y pasión.
Estoy hecha en una noche de cuerdas,
de violines, contrabajos, besos y abrazos,
con luna, luna llena, luna escondida
en mis Monegros callados.
Estoy hecha de dos cuerpos forjados al placer
Estoy hecha en una noche de lluvia
Estoy hecha en una noche de cuerdas
Estoy hecha en una noche de tango.
Estoy hecha, en una noche de amor.
ESTOY DE LUTO
Estoy de luto y quiero que se entere el mundo.
Tenía el pasillo de besos
Una corona de ojalás
La alfombra de estrellas.
Le dije:
Vete, vete cuando puedas que mi luna te peinará,
que mi luna te acunará.
Entra con cuidado que me duele el alma
No siento su calor,
ni siquiera su destino está conmigo.
Me apetece llorar mi duelo
Me apetece tragar mis lágrimas
Me apetece gritar al viento
Me apetece apagar el sol.
El rollo de papel higiénico blanco
El único que sostiene mis lamentos
El único que soporta mis mocos
Él, es testigo de las tardes.
CALLE DEL NUEVO DESTINO
Caminabas por la calle del nuevo destino.
Las gafas ocultaban mis ojos, pero no mi rostro
Sentada, en el asiento del conductor, de mi pequeño Arosa blanco.
Tu cuerpo joven se acerco para decirme:
"Sonríe
Que la vida te sonríe".
Miré por el retrovisor,
Mi rostro se mostraba encallado
En el martirio que mis pensamientos provocaban.
Desaparecías poco a poco,
hacia no sé dónde,
en dirección contraria a la mía.
"Sonríe, que la vida te sonríe".
Sonríe…
Volví a mirar por el retrovisor
Ya no estabas,
Mi rostro sonreía.
Tenías razón,
la vida sonreía por la calle del nuevo destino.
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