ESTRATEGIA
Con la calma del monje
me acerco al poema,
y busco dentro esa luz
que provoque nuevas palabras.
Sin otras armas que la tinta,
sondeo la ciénaga
con una pericia aprendida,
pero sólo el mar responde a mi llamada.
TU MIRADA
He aprendido
que la vida es tropezar, caer,
y despertar
en la noche de tus párpados
como único paisaje.
ZARZAL
Buscas en el zarzal de la memoria
las luciérnagas
que solían acompañar tus noches.
Llevas la mano a tus sienes
en un gesto aprendido, mecánico,
vuelves a sentirte ese extraño
que se apaga en una lágrima.
Pero ya no eres aquel náufrago
que frotaba con ardor la lámpara:
has aprendido a sobrevivir
en la luz de los escombros.
LUZ DE PRIMAVERA
Te encierras en nubes
de piel acero y abandonas
tu paso a los días
con la indiferencia de los cuervos.
Llega la niebla,
pides paz
y te pierdes en el páramo.
Hasta que no regresa la luz
y persevera, no logras despertar
y muere el pánico,
como el invierno en primavera.
Pero
ya nada te emociona.
PODEROSA LUZ
Cuando la tierra tembló
una nube negra cubrió el sol.
Briznas de asfalto
atormentaron nuestros días
y una pequeña ventana de cielo
se cegó.
El cálido abrazo de la luna
nos acoge ahora
y la voz que ilumina las noches
es tan fuerte como el alba.
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